GARCÍA ARAGÓN, ARTURO
Doscientos años después de la invasión árabe de la península ibérica, solo un pequeño reducto, el Reino de León, seguía siendo cristiano. Abderramán, el califa cordobés, en el año 939 decide acabar con esta situación y extender el Islam a la totalidad del territorio íbero. Las fuerzas en litigio eran muy diferentes. Frente al gigante árabe, León era casi insignificante, pero contaba con un hombre excepcional: Ramiro Ordóñez, su rey, contra el que se estrellará la inmensa maquinaria musulmana.