DOMÍNGUEZ SÁNCHEZ, SANTIAGO
El lector tiene en sus manos una novela histórica corta, inspirada en la tradición narrativa centenaria hispana, que desarrolla su acción en el año 1509, con personajes muchas veces reales y otras ficticios. Además quiere ser un relato social, porque retrata los pormenores de una colectividad, en este caso la rural de la montaña leonesa de hace medio milenio, basándose en fuentes archivísticas verídicas. También se puede definir como una narración intimista, que intenta llegar a las emociones profundas de los personajes y descubrir los entresijos de su alma. Ficción y realidad, paisaje, viajes y aventura, amor y dolor, frailes y moriscos, novicios y judíos, niños y hombres a los que se les acaba la vida se entremezclan en un relato veloz y de rápida lectura. Los protagonistas son supervivientes en un mundo duro pero apasionante, en el que algunos simplemente se dejan llevar y otros logran salir a flote a base de tesón, amor, pasión y defensa de sus ideales.