ACALE SÁNCHEZ, MARÍA
Este trabajo es el fruto de la investigación que bajo el título «Igualdad y Derecho penal: el género y la nacionalidad como factores primarios de discriminación» (Proyecto I+D 2010-19781), ha venido desarrollándose en el seno del Área de Derecho penal de la Universidad de Cádiz durante los últimos tres años.
Nuestro objetivo desde un principio fue el de examinar hasta qué punto la falta de igualdad real y efectiva puede estar detrás de las cifras de criminalidad, o por lo menos, puede estar definiendo sus líneas maestras. Los resultados alcanzados han venido a corroborar las hipótesis de partida: que, en efecto, el género y la nacionalidad definen la delincuencia.
De esta forma, creemos poder afirmar que también pueden venir a facilitar la prevención de la criminalidad y de la victimización.
Ahora bien, el conocimiento que hemos adquirido de la realidad penitenciaria nos permite concluir reclamando también la mejora de las condiciones de vida en las cárceles del siglo XXI: una sociedad tolerante y respetuosa con los derechos humanos debe tender a mantener en equilibrio el disfrute de los derechos dentro y fuera de la prisión, pues ésta solo priva, o solo debería privar, de la libertad ambulatoria. En este sentido sabemos que la situación penitenciaria de los hombres y mujeres privados de libertad en cualquier parte del mundo es la que se corresponde, o por lo menos debería ser, proporcionalmente a la situación en la que vive su población.
Así, en países en los que no se respetan los derechos humanos de las personas que no han cometido un delito (lo que ocurre cuando se constata la falta de asistencia sanitaria, de escolarización, de vivienda o, en definitiva, en países en los que la pobreza condena a inocentes a vivir en condiciones indignas), es difícil mantener un discurso coherente sobre derechos humanos dentro de prisión pues incluso podría tener el efecto criminógeno de animar a las personas a cometer delitos si la calidad de vida en prisión es superior a la de la vida en libertad. Por eso concluimos reivindicando la defensa de los derechos humanos de todas las personas.