FUERTES, MERCEDES
Este libro afronta dos aspectos claves de la actualidad: la lucha contra la corrupción y los problemas de la integración europea. Sabemos que la Unión Europea palpita solidaridad. Son cuantiosos los fondos: agrícolas, de pesca, estructurales, de desarrollo y de cohesión, fondos sociales y otros muchos, que permiten asentar esta singular Comunidad de Derecho. Para evitar que tan cuantiosas ayudas se desvíen y no consigan satisfacer su fin existe una Oficina que lucha contra la corrupción, la OLAF.
Analiza la autora su actuación, sus aciertos y yerros, proponiendo además la necesidad de concretas reformas para garantizar la protección de los derechos de los investigados y reducir las trabas que encuentran sus denuncias. Por ello, y paralelamente, conviene crear la Fiscalía de la Unión Europea a la que todavía se resisten algunos Estados miembros.
Enlaza esta cuestión con el segundo estudio: el análisis del principio de subsidiariedad que se incorporó a los Tratados para vigilar desde los Parlamentos la iniciativa legislativa europea. La autora profundiza con rigor en su aplicación señalando qué consecuencias prácticas está teniendo y cuestionando con valentía sus fundamentos ante el riesgo de que llegue a constituir un freno que genere la marcha atrás del proyecto europeo.