IGLESIAS TURRION, PABLO
Esperaban parapetados en sus palacios el asalto de los bárbaros. Imaginaban a salvajes escoceses capitaneados por William Wallace cargando desordenadamente hacia ellos. Sin embargo, para cuando quisieron darse cuenta, los bárbaros ya habían entrado en los palacios. Y no tenían un aspecto tan aguerrido, eran apenas ciudadanos armados de escobas y fregonas (se trataba de limpiar, al fin y al cabo) que habían entrado por las puertas de las instituciones empujados por otros ciudadanos.
Mientras la vieja guardia afilaba sus lanzas para contener la carga, Manuela Carmena, Ada Colau, José María González Kichi, Pedro Santisteve, Xulio Ferreiro y otros levantaban el bastón de mando en las principales alcaldías del país. La vieja guardia seguía esperando el asalto y, mientras, cientos de ciudadanos sin experiencia parlamentaria demostraban en semanas que se puede ser diputado cobrando tres salarios mínimos, y hacerlo mucho mejor que los diputados de la vieja guardia y los grandes sueldos.
Cuando un país ha cambiado, los asaltos son un paseo de la gente. Este libro es una compilación de los materiales de reflexión producidos en este año de cambios en el que la ilusión ha tomado forma política. En el poema de Cavafis finalmente los bárbaros no llegan, pues los bárbaros no existen. Los cambios sí.