EMILIO SANCHEZ MEDIAVILLA
Emilio Sánchez Mediavilla vivió dos años en Bahréin con su pareja, destinada allí por trabajo. Cuando volvió a España y terminó de escribir este libro supo que ya no podría regresar al lugar que había sido su casa, porque los periodistas no son bienvenidos en un país que ocupa el puesto 167, de 180, en la clasificación de libertad de prensa elaborada por Reporteros Sin Fronteras.
Bahréin es un reino del tamaño de Menorca en pleno golfo Pérsico, entre Arabia Saudí e Irán, sometido a muchas de las tensiones sectarias y políticas que agi-tan Oriente Medio. Un país de mayoría chií pero gobernado por una monarquía absolutista suní, antigua colonia británica, sede de la Quinta Flota americana, pionero en el descubrimiento de pozos petrolíferos y en la lucha obrera del mundo árabe, y el primer país musulmán en despenalizar la homosexualidad; un país cuya historia reciente se ha visto marcada por la salvaje represión que siguió a la revolución de 2011, que Sánchez Mediavilla reconstruye haciendo escala en Londres y Berlín para entrevistarse con miembros de la disidencia. Este es el retrato de una sociedad que combina la tolerancia religiosa más avanzada del Golfo con venas subterráneas de rigorismo wahabí y chií; que constituye un destino amable para los expatriados occidentales pero un infierno para los trabajadores asiáticos, sometidos a una cruel explotación laboral. Una dacha en el Golfo desmonta hasta la iconoclastia la gravedad de la religión, de las tradiciones, del propio oficio de periodista. Y lo hace construyendo un relato rebosante de inteligencia, con pasajes hilarantes que recuerdan al Nigel Barley de El antropólogo inocente; una crónica vibrante, escrita con claridad, lucidez y hermosura, que aborda la geopolítica de Oriente Medio, pero también captura su vida cotidiana, hecha de vivencias personales, descubrimientos, asombros, perplejidades y aprendizajes.