MENÉNDEZ LLAMAZARES, JAVIER
Este libro toca todos los palos de San Agustín, al futbolista Zigic; de la fe, a la erótica de las gafas; de la cultura económica, a la duda de si se liga o no en las bibliotecas... y se hace preguntas profundas ¿cuándo llegará la revolución social? y ligeras ¿qué hay debajo de las faldas?. Y lo hace de manera distendida, con estilo llano y directo, porque su autor no se considera un intelectual, sino un ser apasionado por la Literatura a cuyo ejercicio se dedica en cuerpo y alma, pero sin resignarse a perder esas pequeñas cosas de la vida que tanto contribuyen a la felicidad.
«¿Intelectual? se pregunta. Nada de eso; a mí me gusta pisar todos los charcos, perder el tiempo, pasar el rato... Charlar con los amigos y conocer a alguno nuevo. Dar vueltas por la playa, jugar al fútbol con el niño, ver partidos de baloncesto. Tirar piedras a la orilla de un río. Hablar por teléfono, decir chorradas intrascendentes, olvidarme de las fechas señaladas.
Cocinar pizzas caseras, comer con los dedos, aprenderme los diálogos de los Hermanos Marx. Leer a Boris Vian y a Roland Topor, llamar a los timbres, andar en bicicleta.
Cantar canciones malas de Siniestro Total, jugar a la pleisteision, caminar sobre el alambre (bueno, mi hijo y yo lo hacemos más bien sobre los bordillos de las aceras, pero le llamamos «el alambre»).
Si para ser escritor tengo que olvidar alguna de estas cosas
no sé, no sé».