GONZÁLEZ MADRIZ, YELITZA
Cada vez más aumenta el número de Estados que están experimentando situaciones propias del Weak State. La debilidad del Estado se ha asociado con su falta de ?capacidad? y ?disposición? para cumplir funciones esenciales como el suministro de unos bienes y servicios públicos (consumo conjunto). No obstante, determinar si un Estado es débil o si está en proceso de debilitamiento solo sobre la base del grado de cumplimiento en la entrega de un conjunto de bienes y servicios resulta insuficiente puesto que habría que considerar las razones por las cuales se producen tales incumplimientos, esto es, si se debe a una falta de capacidad y/o falta de voluntad propia de las administraciones políticas estatales, o si obedece a una falta de capacidad y disposición ciudadana o tal vez por la conjugación de ambos elementos claves, o incluso si se debe a una sobrecarga de funciones del Estado. Existe la tendencia a pensar que el Estado más que crear las condiciones para lograr el bienestar común, tiene la obligación y por lo tanto es una función propia, el cubrir y gestionar todos los bienes y servicios básicos para vivir (mínimos de justicia) como también todos los necesarios para vivir mejor y que tienen su origen en el apetito, la fantasía y el sentir de cada quien (más allá de los mínimos de justicia). Los resultados del presente estudio cualitativo indican que las funciones del Estado deben estar orientadas primeramente a proporcionar bienes y servicios públicos que satisfagan las necesidades humanas, y luego, de ser técnica y materialmente posible, satisfacer deseos y preferencias, con el objetivo de evitar el debilitamiento del Estado como consecuencia del desequilibrio entre la capacidad contributiva de la sociedad y sus expectativas de bienes y servicios. La visión expansiva, y a veces distorsionada, de las funciones del Estado, así como la percepción restringida de lo que significa el Estado junto con la persistente confusión entre necesidades y deseos y la pérdida del sentido de la co-responsabilidad de quienes gobiernan y quienes son gobernados, están determinando la debilidad de los Estados del Norte Global, y más aún los del Sur como Venezuela, promoviendo el surgimiento del Estado Secuestrador.
Yelitza González Madriz es doctora en Derechos Humanos por la Universidad de Valencia (España) y licenciada en Estudios Internacionales por la Universidad Central de Venezuela con especialización en Negociaciones Económicas Internacionales por la Academia Diplomática de Venezuela. Ha trabajado en el área de las relaciones internacionales e interinstitucionales, así como también en cooperación internacional en la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Venezuela), Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Venezuela), Ministerio de Ciencia y Tecnología (Venezuela) y Comisión Nacional de Valores (Venezuela). En los últimos años ha colaborado como joven investigadora en el proyecto de I+D para grupos de excelencia ?Derechos humanos, paz y desarrollo sostenible? (PROMETEO/2010/098), financiado por la Generalitat Valenciana (España). En la actualidad continúa desarrollando su actividad investigadora en las áreas de ciencia política y filosofía del derecho, moral y política en el marco del proyecto ?El papel del derecho en la lucha contra la pobreza y la exclusión social? (PROMETEOII/2014/080), financiado por la Generalitat Valenciana (España).