COMBALÍA, ZOILA
Recientemente se han incrementado las expresiones ofensivas hacia la religión, en ocasiones con una intención provocadora, cuyo mensaje es: ?se puede decir todo, no hay nada sagrado?. En otros casos, se trata no sólo de mensajes provocadores, sino que incitan al odio, discriminación o violencia hacia quienes profesan determinadas creencias; esto es, mensajes directamente islamófobos, cristianófobos o antisemitas. No cabe duda de que estos supuestos no ayudan a proteger los derechos y libertades, sino que avivan las divisiones y el conflicto. Ahora bien, las preguntas que subyacen y de las que se ocupa esta monografía son: ¿cuál ha de ser la actitud del ordenamiento jurídico?, ¿es misión del Derecho limitar las expresiones que hieren sentimientos religiosos o que incitan al odio? En caso afirmativo, ¿en qué medida? La respuesta a estas cuestiones no es baladí pues, si proteger la libertad de creencias es vital en los actuales contextos globales y plurales, no lo es menos la garantía de la libertad de expresión, pilar fundamental del ordenamiento democrático. Desde disintas perspectivas, los autores ofrecen interesantes reflexiones y propuestas a esta delicada tarea de armonizar dos derechos en conflicto.