GARCÍA GUTIÉRREZ, PATROCINIO
Entre las realizaciones tempranas del movimiento educativo iniciado por Pedro Poveda se encuentra la Academia-Internado teresiano de León, un centro que responde a la pedagogía povedana y que hace de la Encarnación, de lo humano, la clave de arco de todas sus estructuras. La educación tiene que cooperar a la perfección de la persona. Pedro Poveda ha concebido la educación como una aceptación de todo lo concreto que comporta cada persona, como un proceso entrañado con la realidad viva del individuo. La educación cristiana, así entendida es un verdadero proceso de salvaguarda de todos los valores humanos, los corporales y los espirituales, los afectivos y los intelectuales.