GUTIÉRREZ BOLÍVAR, JORGE
Según la mitología griega, Pandora extendió por el mundo males como la avaricia, la envidia, el odio, la pobreza y la estupidez. Lo hizo por mandato de Zeus, quien temía que los hombres, a causa de su inteligencia, lograran desbancar un día a los dioses. Gracias a Pandora, los seres humanos andan desde entonces confundidos y se encaminan paulatinamente a una destrucción alentada por sus propios errores. Este relato mitológico constituye una metáfora de nuestra ambigua relación con el planeta que nos acoge. La Tierra y el Homo sapiens, ambos realidades únicas en el cosmos, se han conformado entre sí durante milenios; hasta que, ebrios de superioridad, estamos rompiendo el equilibrio mutuo que permite nuestra propia existencia.
Este libro trata de la relación entre los seres humanos y el lugar en el que viven. Por eso, junto a temas clásicos como el cambio climático o la pérdida de la biodiversidad, aborda también nuestra relación con los alimentos y el estrés; nos habla de un camellero que midió el mundo, del milagro del agua dulce, de la mala calidad actual del semen o las costumbres esquimales, del lenguaje de las ballenas o la invención de la cerámica, entre otras muchas curiosidades que nos muestran lo esencial y determinante de nuestra relación con la naturaleza.
Con especial cuidado en la selección de las fuentes y los datos, incorporando las investigaciones más recientes, este libro muestra en términos sencillos pero con absoluto rigor la verdadera situación de nuestro planeta tras miles de años de dominación humana. Nunca hasta ahora el lector podía encontrar recogidas en un solo volumen las claves que marcan el debate ecológico en la actualidad. Sin dogmatismos ni exageraciones, La estrategia de Pandora se sirve de una narración apasionante para hacernos entender la fragilidad de la Tierra y el impacto de la civilización, y abre una vía hasta ahora inédita en la divulgación científica sobre ecología. Por sus páginas desfilan descubrimientos sorprendentes que relacionan el único animal inmune al cáncer o una medusa que nunca muere con los problemas de atención de los niños y con los productos disueltos en el aire que respiramos, revelando una visión global de hasta qué punto nos afecta la alteración de nuestro entorno. Junto a la responsabilidad de proteger la vida que nos rodea, en realidad somos nosotros mismos quienes, si no enderezamos el rumbo, más tenemos que perder.