TEROL BECERRA, MANUEL JOSÉ
Es bien sabido que, por su propia dinámica, cualquier sociedad genera desigualdades en su seno. Como también es conocida la incapacidad del Estado liberal para ponerle término a esa situación, no obstante sustentarse en el principio de igualdad ante la ley o precisamente por eso, sería mejor decir. Pues no es dudoso que el mismo, lejos de haberse revelado útil para reducir las diferencias entre la ciudadanía, ha contribuido a incrementarlas. Tanto es así que no es casual la coincidente aparición en el tiempo de las críticas dirigidas hacia la aplicación de la igualdad ante !a ley, por generadora de desigualdades, y de las primeras especulaciones doctrinales sobre la conveniencia de mitigarlas en aras de la paz social.